jueves, 1 de marzo de 2012

¿Quien soy yo?

Soy un individuo mimbro del género humano, nacido en "tal  familia" en "tal lugar" y en "tal fecha"; estoy conformado por un idioma, una cultura y una época que me ha tocado vivir. Soy un ser de necesidades: 
Comer, beber, dormir, reír, soñar, gozar, sufrir...

Soy un ser emotivo, sensible al afecto y lo necesito para vivir, estoy adherido a los sentimientos. Soy un ser que recuerda y mi memoria registra todo mi pasado en archivos disponibles y de diferente importancia en mis consultas, a algunos de ellos no accedo porque considero que no son dignos de consulta o quizá porque no tengo la clave o simplemente porque se  lo que hay allí y no lo quiero enfrentar, sin embargo todo archivo se trae a la luz cuando así sea requerido.

Soy un ser afectado de tendencias y pasiones , pensamientos y sentimientos, instintos y acciones que a veces fluyen en acuerdo y a veces no, se convierten en irracionales... Unas veces parecen amables invitaciones, otras veces son como fuerzas avasalladoras y llegan a ejercer su tiranía sobre mi sometiendome. Con todo esto, soy un ser capaz de decisión, con posibilidad de realización en diversos ámbitos, lo que se puede lograr con la facultad de mi voluntad, al cual debe someterse a la Voluntad de Dios con el fin de siempre buscar el bien aún en medio del mal.

La vida no consiste en un absurdo, sino en la plenificación del ser... Romanos 8:28

Soy un ser presente en sí mismo, conciente de lo que hago, pero no siempre ni en toda la extensión de mi ser; tengo libertad en mi decisión, me determino por mi mismo, puedo querer o rechazar algo, puedo amar a alguien o serle indiferente. Mis actos son mios, se deben atribuir a mi, soy responsable de lo que hago.

Todo lo que veo y conozco tiene una perspectiva propia, la cual parte de mi hacia la realidad. Le doy un enfoque acorde a lo que soy. Soy único, diferente, irrepetible e irremplazable. Entre mi y los demás hay distancia, así como también hay diferencia. Llego a la conclusión de que me encuentro solo, aislado en mi interioridad, para conocerme, para darme cuenta de mi soledad y así hacer posible todo diálogo.