martes, 20 de diciembre de 2011

Navidad, una fiesta para celebrar


Nosotros los cristianos esperamos con ansias la llegada de las Navidades en todo el mundo para dar riendas sueltas a nuestra alegría al recordar el nacimiento de nuestro Salvador. Sin embargo, para un observador imparcial, la forma en la que se celebran las Navidades podría resultar reprochable, especialmente en las grandes ciudades, donde la gente celebra de maneras que no podrían nunca ser consideradas cristianas.

La palabra Navidad es procedente de la palabra "Natividad", la cual significa "Nacimiento". En otras palabras, sin importar con cuáles otras celebraciones de fin de año coincidan las Navidades, es indudable que la celebración de las Navidades alude a un "Nacimiento". ¿El nacimiento de quién? El Diccionario de la Real Academia Española, en su definición de "Navidad" nos proporciona la respuesta: "Navidad: Natividad de Nuestro Señor Jesucristo; Día en que se celebra" - Diccionario de la Real Academia Española. Espasa, España, 1996. Pág. 776.

Dicho esto, es apropiado también decir que a través del paso del tiempo se han agregado muchas costumbres tradicionales y seculares a la celebración de las Navidades. Estas adiciones socavan la celebración auténtica del nacimiento de nuestro Señor y Salvador. El materialismo que día tras día más y más rodea esta celebración obviamente nos dirigen a lo superficial, material y mundano. Durante las Navidades las tiendas reportan ventas récords de alcohol, el uso de drogas aumenta desmesuradamente y la gente parece solamente estar concentrada en la diversión.

No obstante a todo esto, los Cristianos continuamos navegando contra la corriente y continuamos uniéndonos en comunión en nuestros templos, grandes y pequeños, para celebrar el nacimiento del Señor. Pero el materialismo que nos rodea es desenfrenado y tiende a entristecernos. La gente se olvida de lo que realmente da razón a la celebración de estas fiestas. Es por esta razón que es esencial que continuemos alejados de influencias anticristianas durante este período del año cuando, sin importar que en realidad marque la fecha exacta del nacimiento de Cristo, hemos separado para recordar el nacimiento del Salvador de la humanidad. ¡Qué bueno y aliciente es saber que hace unos 2,000 años nació el Prometido! ¡Qué delicioso es saber que durante todo el año, pasamos por momentos difíciles, pero que al final del año podemos recordar que un día cualquiera - la fecha no es importante- nació el Redentor de nosotros los pecadores!


¿Nació Jesús el 25 de diciembre?

Los estudiosos bíblicos no tienen ni idea de cuándo pudo haber ocurrido el nacimiento de Jesús. Por más de 300 años los cristianos primitivos observaron días diferentes. En el 354 después de Cristo el Obispo Liberio de Roma ordenó a los creyentes celebrar el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre. El Obispo escogió tal día porque muchos en Roma ya celebraban ese día como festivo y lo dedicaban a Saturno. Sin embargo, las Navidades no son, como muchos alegan, históricamente descendientes de la celebración romana llamada Saternalia, la cual incluía excesos carnales extravagantes. La explicación del Obispo fue que había escogido este día para contrarrestar la celebración pagana ya existente, y para comenzar a cambiar la tradición y para cristianizar la fecha. A partir de ese momento, debido a la hegemonía romana en el mundo, los cristianos fueron poco a poco adoptando tal día como el escogido para la celebración del nacimiento de Cristo.

Celebrar el nacimiento de Cristo, aún cuando no sabemos a ciencias ciertas cuándo ocurrió en realidad, no es malo en lo absoluto. Ese es el día escogido para recordar su nacimiento. Eso es lo importante.

sábado, 16 de abril de 2011

EL VERDADERO NOVIAZGO


No es lógico prepararse a fondo para la vida profesional y al mismo tiempo dejar al azar uno de los riesgos más peligrosos y una de las experiencias más hermosas de la vida: el noviazgo y el matrimonio.

Antes de entablar un noviazgo es necesario saber para qué sirve el noviazgo. La respuesta inmediata es: El Noviazgo verdadero sirve para que nos preparemos para vivir y compartir la vida entera con otro ser humano del sexo opuesto. Quien no tenga éxito cabal en el noviazgo, dificilmente lo tendrá en el matrimonio.

Para todo en la vida hace falta una preparación, esta preparación capacita para actuar adecuadamente con un fin determinado y no actuar a la deriva, como tirando golpes al aire.

Generalmente, cuando pensamos en una relación de noviazgo, nos formamos imágenes mentales de cómo queremos que sea nuestra pareja y nos dedicamos, únicamente, a enfocar esa imagen con el fin de emprender la búsqueda; sin embargo, olvidamos lo más importante. Pero deberíamos preguntarnos: ¿Qué es lo que yo puedo aportar a mi relación?, ¿Soy, exactamente, lo que buscaría esa pareja que tengo en mente? ó ¿Estoy listo física, mental y espiritualmente para emprender una relación de noviazgo? ¿Tengo la madurez suficiente para ello?

Para iniciar con el noviazgo exitoso es preciso cumplir con una serie de requisitos antes de la elección.
La decisión es lo más grande de la vida; el que no decide, nunca progresa, sin embargo hay que tomar las decisiones sobre un fundamento que tenga bases firmes, en el caso del noviazgo, no basta con sentirse atraídos, no se debe ir al matrimonio por mero capricho y mucho menos pensando en los cuentos de hadas, debe tenerse la visión de que el matrimonio lleva a una responsabilidad para cumplir una misión en la familia y en la sociedad.

En el noviazgo debemos prepararnos para tener la capacidad y madurez de unir nuestra vida a otra persona con quien viviremos la vida entera.

Los novios han de comprender que su primera lealtad es hacia Dios, deben profesar la misma fe, pues si sus creencias son radicalmente opuestas, ¿Cómo educarán a sus hijos?

No permitamos que el estudio, el trabajo, los compañeron, ni ningúna otra cosa nos roben los valores supremos de la vida: El amor a Dios y al ser amado.

El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es amor. 1a Juan 4:8

miércoles, 13 de abril de 2011

Amor entre hombre y mujer


Queridos novios!
Deben darse cuanta que el matrimonio une a un hombre y a una mujer en una relación dinámica, creadora y espiritual siempre en aumento.

De la misma manera en que la chispa produce la llama, es la unión total (cuerpo, alma y espíritu) de la pareja, libera potencialidades que no podrían alcanzar por sí solos.

Como la semilla de un gran árbol va creciendo, asi sucede con el noviazgo y el matrimonio en desarrollo espiritual y maduración emotiva.

Es por ello que si una pareja no crece, decrece.
Si los novios o esposos no se acercan, se alejan.
Si su fe no aumenta, disminuye.
Si su comprensión mutua no va a más, va a menos.
Si su generosidad no se expande día a día, el egoísmo lo invade todo.
El amor nunca es estático, si no hay amor en la relación... entonces ¿qué hay?
Si juntos no luchan por alcanzar metas espirituales más altas cada año, la visión se pierde... Mi pueblo fué talado, porque le faltó sabiduría... Oseas 4:6

El noviazgo debiera ser la época para ver si hay comunidad de intereses y proyectos, los cuales deben tener un sólido fundamento y no sea preciso renunciar a su vida personal, sino, fortalecerla con el apoyo de la pareja.

Si podemos hacer frente a la vida de novios como hombres y mujeres verdaderos, si podemos concentrar nuestra visión y habilidad, ternura y lealtad, nuestra fe y entusiasmo para escalar la montaña del noviazgo exitoso, entonces podrémos venir y decirle a Dios, poniendo nuestras manos sobe las de Él:
"Nosotros también trabajarémos contigo, Señor, hasta alcanzar la gloriosa meta de un matrimonio feliz y de un hogar "sal, lampara" lleno de Ti.

La meta de los enamorados debería ser el alcanzar éxito cabal en el noviazgo a fin de lanzarse, sin trabas ni lastres, desde esta plataforma a la gran obra de la vida conyugal para la propia maduración, el provecho de los hijos y el beneficio de la sociedad.

El Noviazgo y el matrimonio no fueron instituídos solo para el placer de la pareja, sino para el mejoramiento de la humanidad, incluso por el sendero del sacrificio, esto es AMOR VERDADERO.

El Noviazgo y el matrimonio no fueron instituídos solo para el placer de la pareja, sino para el mejoramiento de la humanidad


A las alturas de la historia actual, en plena era digital, nadie se atrevería a lanzarse a un trabajo profesional con la ignorancia con la que se lanzan la mayoría de los jovenes al matrimonio. Y sin embargo el matrimonio es la misión más compleja y más desiciva que incumbe a un ser humano, y esta tarea no se resuelve gracias a un instinto natural y seguro al que solo tendríamos que obedecer ciegamente. No existe este instinto en la humanidad civilizada y si no adquirimos previamente los conocimientos indispensables, corremos el riesgo de desbordarnos espiritual y emocionalmente y fracasar en el matrimonio como le ha pasado a millones de parejas.

Lo primero que necesitamos entender es el ORIGEN del matrimonio.
Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió. Y los bendijo Dios... Génesis 1:27-28
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea para él. Génesis 2:18
Por tanto, dejará el hombre á su padre y á su madre, y allegarse ha á su mujer, y serán una sola carne. Génesis 2:24
La dignidad del ser humano y su señorío sobre la tierra se originó en la imágen de Dios y sin embargo a causa de la condición caída de éste, su señorío resulta ser contraproducente, por el factor tratado aqui, la ignorancia del funcionamiento original, he aquí la evidencia de que necesitamos volver al "Libro"
Id, y preguntad á Jehová por mí, y por el pueblo, y por todo Judá, acerca de las palabras de este libro que se ha hallado: porque grande ira de Jehová es la que ha sido encendida contra nosotros, por cuanto nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, para hacer conforme á todo lo que nos fué escrito 2 Reyes 22:13
Te animo a que te prepares...
Para que sean confortados sus corazones, unidos en amor, y en todas riquezas de cumplido entendimiento para conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo;
En el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento. Colosenses 2:2-3